Del latín viene la palabra perfume, ¿Qué sorpresa, no? Una vez más el latín presente. Originalmente se pronuncia – per fumun – que traducido sería: a través del humo,.. y cuanto más humo, más per fumun.
Esto es lo que ocurre con eau de parfum o agua de perfume, cuanto más “per fumun”, o dicho de otra manera, cuanto mayor sea la cantidad o concentración de aceites aromáticos que se utilicen, así denominaremos a nuestra fragancia. Con el agua de perfume la fragancia sobre nuestra piel puede llegar a las 6/8 horas.
Agua de perfume
Una cuestión de concentración
La mayor concentración la encontraremos siempre en el perfume puro. A través de la esencia pura de un perfume van derivándose diferentes formatos con menos concentración como el eau de Parfum o agua de perfume o el eau de toilette o agua de colonia que tiene una concentración más baja. Cuando mayor sea la concentración de aceites, mayor será la perdurabilidad del perfume, reforzando de esta forma el impacto que produce la fragancia a nuestro alrededor.
Simplificando, es como rebajar algo muy intenso para diluirlo en algo que siga oliendo igual, pero con menos profundidad. Por supuesto, todo esto se traduce en algo interesante, el precio, siempre más económico que un perfume puro.
Puede que seas consciente o nunca hayas reparado en las siglas que acompañan al nombre de cada fragancia. EDT, EDP y EDC. Éstas tres frecuentes abreviaturas establecen las categorías entre los perfumes. Y como siempre, es muy conviene conocer las características de cada una de estas siglas, para saber cómo elegir la perdurabilidad adecuada.
Yo mismo, muchas veces, hago mis combinaciones de fragancias para lograr crear mi propio perfume y mi propia perdurabilidad ¿Porqué no? A veces los experimentos dan buenos resultados.
Mi mejor recomendación es que incluso siendo un perfume rebajado tengas cuidado al utilizarlo, sobre todo si trabajas en lugares cerrados con poca ventilación, tal vez las personas de tu entorno se saturen.